El día que Shakira no cantó en Cartagena

A varios kilómetros de la zona hotelera y el centro histórico de la ciudad amurallada de Cartagena se encuentra el popular barrio Bicentenario, zona que en la que gracias a la fundación Mario Santo Domingo viene desarrollándose un proyecto para la entrega de un total de 25.000 viviendas a familias desplazadas, donde se lanzó de manera oficial un ambicioso proyecto para atender a más de 5.920 niños menores de 6 años.

Varios periodistas nacionales y extranjeros fueron citados con el fin de asistir a un evento en el que aparte de contar con la presencia de Shakira, estaría también la primera dama, María Clemencia Rodríguez, además del empresario y filántropo, Alejandro Santo Domingo; el presidente del programa aiutü, Ken Brotman;  así como el de la Fundación Mario Santo Domingo, Pablo Gabriel Obregón, y la secretaria general de Unasur, María Emma Mejía.

Un bus llevaría a las decenas de periodistas convocados desde la estatua a los zapatos viejos situada al lado del Castillo de San Felipe, hasta el sector donde tendría lugar el evento con la fulgurante estrella barranquillera radicada desde hace un tiempo en la ciudad española de Barcelona, a quien se esperaba ver junto a algunos de los miles de niños que han resultado beneficiados por su propia fundación, ''Pies Descalzos''.

Debido al emplazamiento de un escenario y a que desde tempranas horas de la mañana se pusieron vallas de seguridad que rodeaban un amplio perímetro del barrio se especulaba con la posibilidad de que la estrella ofreciera también algunas breves declaraciones sobre las importantes reuniones que sostendría con presidentes del continente y destacados empresarios participantes en la VI Cumbre de las Américas, incluido el mismísimo Barack Obama, a quienes no solo cantará sino que además expondrá su propia iniciativa para dejar atrás la pobreza.

Motivos por los cuales a la llegada del nutrido grupo de periodistas, el ambiente era de fiesta y la expectativa muy grande entre los pobladores del barrio, niños y adolescentes en su gran mayoría, quienes al ver que se montaba una tarima en los límites del la zona urbanizada y a que algo se les había dicho sobre la muy posible asistencia de la estrella, comenzaron a soñar con que la cantante seguramente ofrecería un concierto gratuito que les haría más llevadera sus precarias condiciones de vida.

No porque el barrio fuera malo, puesto que de hecho cuenta con todos los servicios y hasta en algunas casas hay televisión satelital, un pequeño local de internet, y porque de hecho existen muchos otros donde la miseria es el pan de cada día aquí y en cualquier parte del mudo, sino porque se trata de familias numerosas que como la gran mayoría de colombianos deben romperse el lomo todos los días para poder traer la comida de regreso a casa y procurar vivir del mejor modo posible.

''¡DE AHÍ NO ME PASAN!''

A lo mejor de muy buena fe, quizá pensando en la posibilidad de imitar las características de un concierto también como cualquiera de los que habitualmente se celebran en cualquier parte del mundo, los organizadores del evento decidieron instalar un puesto de control en el que a los asistentes debidamente acreditados con las escarapelas de la Cumbre se les ató una manilla a sus muñecas tras la acostumbrada requisa, de manera que todos comenzaron a hacer fila.

Entre tanto, una caravana de vehículos pasó de largo frente al nutrido grupo de periodistas, para estacionar sus tres o cuatro camionetas blindadas en la parte posterior al lugar donde se realizaría el evento, y en el que se adecuaron unas improvisadas oficinas en casas prefabricadas formando dos corredores cercados igual que el resto del barrio con vallas de gruesas rejas severamente custodiadas por soldados de la Armada y efectivos de la Policía.

Entre tanto desde la misma entrada de acceso provisional se divisaba la tarima, de manera que por tratarse de un acontecimiento de semejantes características era de esperar que luego de la requisa entráramos la prensa y el resto de las personas que comenzaban a circular por fuera del cerco tendido en un perímetro equivalente a un pequeño campo de fútbol, de manera que los habitantes del sector solo podían caminar por los andenes frente a sus propias viviendas.

Mientras tanto, periodistas y miembros del equipo de seguridad del evento nos abríamos paso por un amplísimo corredor de unos 6 metros ancho con alrededor de 40 o 50 metros de largo, cercado a lado y lado de la vía, además de estar custodiado por un serie de policías dispuestos por trechos de entre 4 a 5 metros quienes suponíamos estaban a cargo de vigilar que el evento transcurriera en la más completa y absoluta normalidad.

No obstante, con el pasar de los minutos, y pese a que el espacio dentro del recinto tenía numerosísimas sillas vacías, se comenzó a notar que las personas y los niños y las niñas preferían quedarse atrás del cerco, porque de acuerdo con sus propias declaraciones no se les permitía el ingreso con el infalible argumento de “razones de seguridad”, del que se viene haciendo un reiterativo uso para cometer todo tipo de atropellos.

Razones por las cuales la persona que parecía encargada de ''vigilar'' todo el evento, mediocre imitación de Schwarzenegger, no tanto por el imperativo tono de voz y gafas oscuras del perfecto agente secreto pese a la incipiente barriga, quien en un tono que quiere parecer gentil a las malas comienza a intentar hacer volver a los periodistas que habían decidido retirarse del corralito en el que usualmente son confinados durante este tipo de eventos por las mismas ''razones de seguridad''.

Motivo por el cual de un momento a otro decide organizar un nuevo y más severo cordón de seguridad que impide el libre desplazamiento de los periodistas acreditados para cubrir la rueda de prensa y el supuesto concierto, quienes hasta el momento habían deambulado como ''Pedro por su casa'', charlando con algunos de los supuestos ''anfitriones'' del evento sitiados siempre al otro lado de la cerca.

''¡De ahí no me pasan!'', nos advierte bajo el mismo argumento que se le ha dado al resto de las personas que comienzan a agolparse frente a la cerca, muy a pesar de que estamos en su barrio y a las puertas de sus propias viviendas, mientras que dentro del amplio espacio donde tendrá lugar lo que quiera que sea que se tenga previsto, hay tanto espacio que hasta se encuentran sillas desocupadas de sobra.

LA LARGA ESPERA

Con el pasar de los minutos, cada vez más eternos a pleno rayo del sol cartagenero, una comitiva de tres ''doctores'' bien trajeados y a lo mejor ejecutivos de cualquier cosa se hace presente, preguntando por un lugar para comprar una bebida para calmar una sed que los agobia, ¡Alá!  De manera que se dirigen a un caspete en el que se despacha con mensajero, debido al cerco que mantiene a los habitantes del sector apartados del resto. Segregados por si cualquier cosa y para evitar cualquier tipo de riesgo.

La expectativa crece y los periodistas tratan de acomodarse de la mejor manera posible mientras que algunos fotógrafos continúan registrando cada detalle del evento: niños que tratan evadir el cerco sin ser vistos, y hasta otros más temerarios que sin el menor asomo de duda en sus rostros gastan pesadas bromas a uno que otro patrullero.

Algunos miran con desconfianza y cierta incredulidad a algunos de los extraños visitantes, quienes a veces nos comportamos con cierto grado de afectación y suficiencia, ocultos detrás de nuestros lentes obscuros y sombreritos adquiridos en alguna tienda de artesanías la víspera, fumando el Marlborito importado con poses de James Dean o embadurnándonos de bloqueador solar hasta las cejas. ''¿Y esa Cara?''.

Ha pasado cerca de una hora y Shakira nada que llega, de manera que no es extraño ver a algunos de los pelaos más niños traspasar la cerca mientras que cansados de esperar y dar vivas a cualquier tipo de movimiento raro, igual que los periodistas y todo el resto del mundo que permanecemos a la espera, son convidados muy gentilmente a mantenerse en su lugares y a varios metros de distancia del selecto grupo de elegidos, hasta que al fin un helicóptero hace su inesperado arribo desatando una auténtica histeria colectiva.

Entre tanto una bellísima y desenvuelta Claudia Helena Vázquez, exreina de belleza y flamante esposa de Carlos Vives para más señas, pide paciencia a todos mientras que pone también su cuota de sacrificio en el asunto tratando de distraer a la asistencia de la totalidad de los presentes.

Además de sumarse al resto de mortales durante una agonía que se prolongaría por cerca de media hora más, “¡Tengamos más paciencia!”, la bella maestra de ceremonias soporta en actitud estoica el calor canicular de la costa frente al atril donde los empresarios y la primera dama ofrecerán sus discursos un ratico más tarde que iría volviendo cada vez más eterno.

''¡Shakira!, ¡Shakira!, ¡Shakira!'', grita la gente mientras que la aeronave aterriza con cierta exagerada lentitud e imponencia en un descampado cercano, sin la menor posibilidad de ser captado por los lentes de la prensa, levantando una gran polvareda que solo deja percibir el ir y venir de los pequeños, por lo que se vuelve a especular respecto a si se trata o no de la estrella.

Gestos apenas insinuados gracias a los buenos oficios del torpe y abusivo funcionario con ínfulas de presumir hacer parte de un inexistente servicio secreto; las gafas cada vez más oscuras, impecable guayabera blanca y pantalón de lino, además de  esa pose tan de querer ser una versión mejor de James Bond y sí mismo juntos, pero que a todas luces resulta burda y presuntuosa, quizá por lo desproporcionadamente autoritaria.

Y así de pronto hacen al fin su aparición la polémica ministra de Educación, María Fernanda Campo, el director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Diego Molano, el del Departamento Aministrativo para la Prosperidad Social, Bruce Mac Master, asesoras del despacho y demás comitiva, además de William Mebarak y Nidia Ripoll, padres de nada menos y nada más que de… ¡Shakira!    

DEL CONCIERTO AL DESCONCIERTO

Una rubia platinada de impecable sastre blanco y gran sonrisa en sus labios saluda al fin después de tres discursos ni muy cortos ni muy largos sobre la problemática de la primera infancia, cuya ayuda y la de su fundación han resultado tan eficaces para sacar adelante a cientos de miles de niños y jóvenes muchachos en las regiones más deprimidas del país.

Destacada e inconmensurable labor construida gracias a una bien ganada fama mundial, que sin embargo también se debe a una buena cuota de respaldo por parte de un público incondicional que la vio crecer y dar sus primeros traspiés, para volver a levantarse a punta del talento de su voz y los pies con los que entonces daba sus primeros pasos hacia la merecida fama de hoy en día.

''Primero lo primero es una alianza por la infancia creada específicamente para la construcción de 13 centros de educación temprana a partir de los cuales 6.200 niños podrán beneficiarse de una educación y atención de calidad durante los primeros seis años de vida, que son los más importantes y determinantes para su futuro como Alejandro lo explicaba muy bien'', manifestó la luminaria, mientras que algunos de los muchachos más avezados trepaban hasta los techos y deambulaban por los tejados de sus cercadas casas.

''Hay que invertir en los niños, cuanto más temprano mejor, para que puedan desarrollar todo su potencial, alcanzar sus metas, permanecer en la escuela y conseguir mejores trabajos en su vida adulta, y para que sean gentes de paz y agentes de crecimiento económico que es lo que nuestro país necesita'', puntualizó la cantante para luego destacar el importante apoyo del gobierno y la empresa privada.

Fue una intervención corta y sencilla, en la que la barranquillera reiteró su amor por Colombia sin extraviarse en complicadas cifras, durante la cual insistió en resaltar la noble labor de la Fundación Santo Domingo, así como la notable gestión de la excanciller María Emma Mejía y el resto del equipo de trabajo que hace parte de la fundación Pies Descalzos.

''SI TE VAS, SI TE MARCHAS''

Nada tenía que saber Shakira de los lamentables hechos que antecedieron su llegada; del atropello contra las personas que estaban ahí no solo para verla, estrechar su mano u obtener un autógrafo; o de las múltiples restricciones a los medios de comunicación quienes solo pudieron tener acceso a la artista a lo largo de un aparatoso desplazamiento en el que incluso se habló de querer acosarla con preguntas absurdas o de agredir a los menores.

''Si te vas, si te vas, si te marchas'', cataba la artista a finales del siglo pasado cuando ya se perfilaba como la principal artista colombiana capaz de conquistar el esquivo mercado angloparlante con esa voz inconfundible de letras agresivas y pegajosas que algo le decían a sus fieles seguidores a lo mejor porque al igual que ellos también la nueva estrella se quejaba del actual estado de las cosas, comentó alguna vez una de sus seguidoras de entonces.

Luego se pintó el pelo de un rubio imposible para sus inconfundibles facciones árabes, comenzó a cantar en inglés y una jerigonza rara que a lo mejor no entiende ni ella misma, adquiriendo un acento que hoy no se sabe muy bien si es argentino, español ibérico o barranquillero, que tal vez pueda resultar muy cosmopolita pero que la hace ver extraña y distante,  muy a pesar de su discurso impecable y el interés por los más desfavorecidos que otros no tendrán nunca, se ha comentado en diversos círculos especializados en el tema.

Infatigable labor humanitaria que sin duda alguna es evidente en muchos de los colegios que se han creado gracias a su gestión y perseverancia; pero no haber cantado ni un par de acordes pese a que muchos de los habitantes del barrio, jóvenes niños y niñas llevaban largo tiempo esperándola sin poder dar una vuelta y llegar a ser discriminados de semejante manera tan brutal. ¿Eso cómo se llama?, se preguntaban muchos de los periodistas y me pregunto yo ahora.

CARRERA CONTRA EL TIEMPO

Lo cierto del caso es que mientras la primera dama se embarcaba en el mismo helicóptero que la trajo luego de saludar con la amabilidad que le es característica a algunos de los niños y pobladores de la zona, Shakira debió permanecer encerrada en una de las improvisadas oficinas por cuenta de otro troglodita, quien al parecer hace las veces de torpe e ineficaz jefe de seguridad de la artista.

Puesto que las llaves del vehículo que debía transportarla hacia otro evento convocado por el Banco Interamericano de Desarrollo desaparecieron, el gigantesco petimetre no encontró mejor excusa a su ineptitud que el de emprenderla con la prensa, haciendo que los soldados de la marina ampliaran cada vez más un cordón de seguridad ordenado a las carreras impidiendo que los fotógrafos pudieran hacer un registro medianamente decente de la artista.

''¡Pero están locos estos o qué les pasa!'', fue el comentario de una de las personas de la comitiva que observó como sacaban a empellones a algunos de los niños y niñas empeñados en poder ver y tocar a su ídolo. ''¡Qué daño le van a querer hacer a Shakira, si es que a ella la quiere todo el mundo'', concluyó con una mezcla de asombro, impotencia y rabia.  

Así que por supuesto la cantante llegó al evento programado por el BID en la Universidad Tecnológica del Caribe con más de hora y media de retraso, en medio del mismo aparatoso esquema de seguridad y escoltada a veces cerca a veces lejos por sus padres y la excanciller María Emma, con quien no pocas veces la confundieron ese día debido al incuestionable atractivo de la exministra así como a su tono algo similar de pelo con el de la artista.

Tras el nuevo episodio y al acoso a que era sometida de nuevo, Shakira sin embargo guardaba la actitud divertida y simpática al recibir la ovación de los centenares de estudiantes que abarrotaban el auditorio, a quienes saludó de manera efusiva para entregar los premios al Desarrollo Infantil Temprano y tomarse una postrer foto conjunta en compañía de otros pequeños beneficiados por su Fundación, los galardonados, algunos funcionarios y uno que otro lagarto que aprovechó la confusión de la clausura para saltar al escenario.

Fuente: Terra