La historia de Debi Nova es como la de muchos latinos que quieren alcanzar el sueño americano. A los 17 años, y luego de concluir el colegio en su natal Costa Rica, decidió viajar a Estados Unidos para estudiar música y convertirse en la artista que imaginó ser desde los 4, cuando recibió sus primeras lecciones de piano.
“Desde entonces nunca paré. Creo que la música me encontró a mí porque de niña también bailaba y pude haberme dedicado a la danza, pero no, la música siempre fue lo mío”, expresó la joven cantautora durante el diálogo telefónico que mantuvo con esta redacción desde su país, a propósito de su próxima visita a Ecuador. Será para participar en los conciertos que el cantautor ítalo-venezolano Franco De Vita dará el 9 y 10 de febrero en Guayaquil y Quito.
“Es mi segunda vez”, anota con emoción Debi, quien recuerda que vino a Ecuador en el 2005. Fue para el concierto que Ricky Martin brindó en Quito, como parte de la gira Life.
En los escenarios, Debi es comparada con la también intérprete y compositora colombiana Shakira. Esto no le molesta, asegura. Lo considera un honor porque, para ella, no hay otra artista latinoamericana que haya conquistado tantos públicos. Sin embargo, cuando la gente la empiece a conocer un poquito más, dice, se darán cuenta de que son diferentes.
“Para mí todo parte de un instrumento. Escribo mis canciones sentada al piano o con la guitarra y eso se hará más evidente en el segundo disco que trabajo, que es menos bailable”, expresa.
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