Nunca me acuerdo de olvidarte...

lunes, 3 de octubre de 2011

Shakira sedujo a los cariocas

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 "Eu sou tuda de voces", se ofreció en portugués Shakira al público, pero en realidad, esas más de 100.000 personas fueron todas de la cantante, quien con su simpatía natural y contagiosa energía conquistó el viernes el festival Rock in Rio.
Entregada por completo, la multitud se rindió a los pies descalzos de Shakira ni bien entonó las notas iniciales de uno de sus primeros éxitos, "Estoy aquí", y luego "Te dejo Madrid". Con el ambiente de fiesta bien encendido en la madrugada carioca, la artista colombiana -siempre intentando hablar en portugués- invitó a varias jóvenes al escenario para imitarla en sus sensuales sacudidas de caderas en "Whenever, Wherever".
"Estoy tan feliz de estar aquí, en esta tierra que amo", resaltó en una de sus varias interacciones con la audiencia.
"No es sólo una gran cantante, original y vibrante, sino que además es una persona de un gran corazón, con una fuerte responsabilidad social. No me pierdo ninguno de sus conciertos, soy su fan hasta la muerte", afirmó Claudia Ravache, abogada de 30 años. De hecho, pocas horas antes del concierto, Shakira visitó la favela Cidade de Deus, donde, con la cantante brasileña Xuxa, y la ministra de Derechos Humanos, María do Rosario, firmó un acuerdo para poner en marcha un proyecto de educación temprana para niños carenciados, una de las prioridades de la organización filantrópica que creó junto a otros artistas latinoamericanos, la Fundación Alas.
Ya en la noche, sobre el escenario principal, el Palco Mundo, se abocó totalmente a entretener a la gente, no a darle cátedra, y brindó un show sólido en el que demostró su versatilidad tocando la guitarra y la armónica, cantando y bailando. Pasó de las baladas románticas como "Inevitable" al cover de Metallica "Nothing Else Matters", y entre medio bailó flamenco con "Gypsy" y "Tortura", e hizo delirar a la platea con "Ciega, sordomuda".
Tras poner a todo el mundo a bailar con "Loca", "She Wolf" y "Ojos", Shakira se aseguró la idolatría de los brasileños con una agitada versión de "País tropical", la famosa canción de Jorge Ben Jor que se ha vuelto el himno extraoficial de Brasil. E invitó para ello a la brasileña Ivete Sangalo, la cantante más popular de Brasil hoy, quien unas horas antes se había presentado sobre el mismo escenario.
Para finalizar, eligió dos de los megahits que la volvieron la cantante latinoamericana más reconocida del mundo: "Hips Don't Lie", y "Waka Waka", que fue la canción oficial del Mundial de fútbol de Sudáfrica. No sin antes despedirse con el saludo "¡Brasil 2014!", en referencia al año en que este país será el anfitrión de la próxima Copa del Mundo.
Entre los conciertos de Ivete Sangalo y Shakira, sirvió de puente el estadounidense Lenny Kravitz, aunque su presentación resultó muy desanimada en comparación con la gran empatía que lograron sus colegas mujeres con el público. Gran parte del problema de Kravitz fue justamente que no interactuó en lo más mínimo con la multitud; se limitó a tocar su música. Y ni sus grandes éxitos "American Woman", "Mr. Cab Driver" o "Are You Gonna Go My Way", ni los temas de su nuevo disco ("Black and White America" y "Come On Get It") lograron despertar la atención de la gente.

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