sábado, 8 de octubre de 2011
Cuatro años soñando con Shakira
Se llama Arnold Ochoa, es un joven con aspiración a ser locutor y que lo será pronto por la potente voz que tiene. Trabaja actualmente en el Inpec de Santa Marta. Lo conozco porque me visita con frecuencia los sábados en Emisora Atlántico y siempre dejaba entrever que tenía que contarme un secreto él que nunca revelaba, lo dejaba para después.
Hasta que un día presionado por mí y por la profesora de periodismo de la Universidad del Norte, Mabel Gazca, nos dijo que quería manifestarnos que no era feliz, por un sueño recurrente que se le aparece durante cuatro años por lo menos dos veces por semana.
– ¿Y con quién es?
– Con Shakira, yo nunca he visto conciertos de ella ni soy su fanático, pero la admiro. Solo que sueño con ella durante tantos años y eso me tiene fastidiado.
– Son muchos los que cambiarían el sueño contigo
– No se burle. No son sueños gratos.
– ¿Qué te hace Shakira cuando aparece?
– Es como un ritual. Ella está cantando ante una multitud y yo estoy detrás ante una cantidad de gente. Sobresale un letrero luminoso con letras grandes con la palabra ‘armagedón’. Eso es todo.
– Luego viene lo que me aterra. Salgo de un lugar ensangrentado, y siento que otras personas tienen la misma impresión. Despierto y estoy sudando.
Mabel y yo le recomendamos a Arnold que fuera donde un especialista y le dimos un nombre.
Para hacer esta nota lo llamé hace dos días y me contestó:
– Los sueños siguen con menos frecuencia. ¿Todavía quiere que le envíe esos sueños?
– Mira Arnold, yo quiero mucho a Shakira, recuerda que es mi pupila, pero no me endoses esos sueños.
Mañana: La servilleta de los 15 años.
Después: La dejó el tren.
Por Edgar García Ochoa
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