La carta me llegó con una petición de S.O.S.: “Estoy preso en la Modelo. Me aburro. Envíenme unos libros”… La contestación fue rápida: “No te enviaré libros, haré una biblioteca”.
El preso me comunicó con el director del penal, me mostró un sitio donde los detenidos lavaban sus interiores y prendas de vestir. “Este es el único lugar disponible”.
Empecé a comentar el proyecto y los lectores de EL HERALDO se solidarizaron. Apareció un arquitecto, un amigo dijo que daría alfombras, otro la loza, varios colaborarían con el cemento, y centenares empezaron a enviar libros. Llegó un momento que tuvimos que buscar una bodega, así eran miles. Los mismos presos dijeron que construirían la obra. De Bogotá llegó un recado de Regina 11 y pidió permiso al Inpec y se presentó con 300 libros.
La familia del locutor Marcos Pérez, obsequió su biblioteca personal. El preso pidió un libro y yo le prometí una biblioteca. Todo iba súper bien, cuando recibí un recado de Shakira desde Chile --donde estaba cantando--:
“Por ningún motivo inaugures esa biblioteca sin mí”.
¿Qué motivación que tendría Shakira para colaborarme? Y se me prendió el bombillita:
“Claro, está sonando Dónde están los ladrones…
Viajé a Bogotá a concretar con ella:
Gracias, Shakira por querer colaborar. ¿Cómo sería tu ayuda?:
“Dinero, mi presencia, todo lo que necesites. Mantenme informada. Esa idea es genial”.
Mañana: se necesita un Stand para tantos libros…Segunda parte.
por: Edgar Garcia Ochoa
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